martes, 5 de junio de 2007

Expreso celestial al sur

Como se lo decía, señor

No hice lo que debía, no porque no quisiera sino por lo difícil que se encuentra hoy la situación,
Me encontraba solo en mi casa, sin nada que hacer... con la vista perdida mejor dicho
No piense mal; solo es una manera de explicarle lo monótona que es la vida de un simple ciudadano con el objetivo de crecer aun carente de posibilidades.
M novia me había acabado de dejar unas horas antes de que esto sucediera. Aunque no es por eso que sucedió, porque igual no llevamos una relación excelente que digamos, solo lo necesario sabe; nos la pasábamos oscilantes en todos lo aspectos del tiempo y el espacio y la cuota de besos era como del 5 por ciento.
Por lo menos yo parecía estar en todos mis cabales, mientras me pasaba la vida frente al televisor y no presentaba ninguna señal negativa en lo mental y psicológico; todo parecía ser normal en lo que a eso se refiere la realidad.
Fue que en ese preciso momento me llegó un lapsus nervioso, eso es todo y no me regañe por favor que no es mentira y usted lo sabe, si está en esta puerta es porque todo se lo avisan. Mientras me retiene aquí y no me deja pasar se me va olvidando todo lo que hice.
No le avisé a mi madre que salía, si que debe estar preocupada, pues todo el tiempo es preguntándose en la cabeza: ¿dónde estoy?, ¿en qué estoy? e incluso ¿porqué estoy?
Me entiende, ella me lo dijo... recuerdo que ese día me eche a llorar como un niño y no tuve a nadie cerca para que me consolara, generalmente no tengo a nadie al lado para que me diga de sus problemas o adivine un poco de los míos...
Ya me estoy hartando, usted debe saber que no he de merecer el infierno, así me allá suicidado; merezco el cielo como todos los que se arrepienten después de asesinar, igual soy católico como medio mundo lo es... si me quedo más tiempo en esta nube Dios va a cancelar mi cita y me saldrán unos cayos en los pies... comprende. Además debo tomar el tren del las seis; el expreso celestial al sur, donde tendré mi residencia, una bañera blanca, un closet para mi ropa de fiesta, mis nuevas alas y el teléfono con todos los santos en discado directo.
Usted disculpará don Pedro pero no soporto más el sonido del arpa. Que esté muy bien y espero no pasar más por estos lados, pues me iré de bruces al infinito; allá donde no se llora más.
A Dios...
- Tranquilo pase usted.

2 comentarios:

Olga Patricia Rendon Marulanda dijo...

Que bacano!!!
esto es una muestra mas de que uno siempre es un poco de esos personajes que trata de "inventarse", que uno siempre deja el alma en sus textos.
Nuevamente felicitaciones!!! tenés un futuro que no podes desperdiciar.

Olga Patricia Rendon Marulanda dijo...

hola José, porque tenés tan descuidada la escritura?, acoradte que esto es un arte que se pule solo con la práctica, así que pilas pues a escribir.